Si das un paso atrás y miras las cosas con una perspectiva diferente, el mundo parece mucho mejor.
Publicado el 4 de abril de 2014 por la Dra. Loretta Graziano Breuning, en Your Neurochemical Self
Cuando miras a tu alrededor, es muy sencillo encontrar defectos.
Incluso, aunque no pretendas ser crítico, los problemas se muestran claramente ante ti. Parecen querer mostrarte lo malas que son las cosas. No nos damos cuenta de cómo nuestras mentes inventan esta realidad al fijarse en los detalles (indeseados) que se ajustan a nuestro patrón, y de cómo pasamos por alto todo lo que lo rodea. Con todo, una vez que descubres cómo tu cerebro inventa tanta negatividad, puedes romper con ella. Incluso puedes empezar a apreciar las cosas buenas que te rodean si eres capaz de quitarte esa lente crítica.
Entonces, ¿por qué nos cuesta tanto ser positivos?
Críticos hasta el absurdo
La gente que me rodea dice que las cosas van mal y que, además, empeoran: nuestros líderes son unos ineptos, nuestra cultura es escasa, nuestra salud se resiente, nuestras especies están en peligro de extinción, nuestro planeta se muere, el siglo pasado fue el peor de todos, y el nuevo milenio se presenta igual de catastrófico.
Puede parecer que algunas personas critican solo por criticar. Cuando salen a cenar y al cine, buscan los defectos no solo en la comida y en la película, sino también en el marco que les ha dado la vida. La realidad resulta decepcionante cuando sus cerebros la comparan con sus expectativas. La decepción activa el cortisol, la hormona del estrés, y esta a su vez crea el hábito. La electricidad en nuestro cerebro fluye como agua en una tormenta, buscando el camino de menor resistencia. Cuando te encuentras con problemas que te resultan familiares, tu cerebro se enciende sin ningún esfuerzo porque los antiguos flujos de cortisol ya han allanado esos caminos neuronales.
Estas son algunas de las razones que nos llevan a crear el hábito de criticar:
1. Criticar crea lazos sociales. Las personas a menudo conectan al centrarse en angustias comunes. No concibes tu patrón como una preocupación, ya que quienes te rodean lo comparten. Tienes la sensación de que estás viendo la verdad.
2. Criticar la sociedad te hace parecer una persona inteligente, incluso concienciada. Tradicionalmente, las escuelas enseñan a sus estudiantes a utilizar la «teoría crítica» para que sus mentes se concentren en hallar los defectos del «sistema». Si adoptas este hábito de pensamiento, triunfarás en los estudios. Si no lo haces, no te tomarán en serio.
3. Las noticias hacen que te fijes en los problemas y crisis de todo el mundo. Los periodistas cruzan el mundo entero para informar sobre asuntos de interés. Los productores de la televisión por cable repiten las noticias y se regodean en ellas durante días con el fin de que sean lo suficientemente graves como para llamar tu atención.
Supone un gran esfuerzo activar nuevos circuitos en nuestro cerebro, pero continuar activando el mismo circuito una y otra vez es algo que hacemos sin apenas esfuerzo. Esa es la razón por la que muchas personas adoptan la costumbre de repetir las críticas habituales, ignorando, sin embargo, el resto del contexto. Si también tú tienes esta costumbre, puedes acabar sintiéndote mal sin ser consciente de que eres tú mismo quien ha creado esa sensación.
Desconecta
Tienes el poder para quitarte la lente crítica y ver las cosas de otra forma. No digo que debamos empezar a ver solo mariposas, arco iris y florecitas por todos lados. Solo digo que podrás ver las cosas de forma diferente si no te dejas obsesionar por la misma visión crítica de siempre.
Con todo, esto no es sencillo. Tu cerebro depende de tu red neuronal para sobrevivir. Así que, al principio, es posible que tu cabeza perciba el esfuerzo por quitarse la lente crítica como un riesgo a la supervivencia.
1. Tus lazos sociales pueden sentirse en peligro si dejas de reaccionar a las «preocupaciones» de aquellos que te rodean.
2. Es posible que temas parecer débil o estúpido si dejas de hablar mal sobre el «sistema».
3. Quizás te preocupe no enterarte de cosas importantes que puedan afectarte si dejas de ver «las noticias» de actualidad.
Y ¿cómo puede uno atreverse a desconectar con toda esa presión interna?
Al principio es posible que te parezca estar pasando por el síndrome de abstinencia. Tal vez sientas la imperiosa necesidad de criticar al tío de la televisión, aunque solo sea por demostrarte que tienes la situación bajo control. No obstante, si eres capaz de sobreponerte a estas sensaciones, te darás cuenta de cuántos de los defectos que veías a tu alrededor en realidad son creación de tu propio cerebro. De hecho, empezarás a recibir información positiva tan pronto como dejes de filtrarla y deshecharla.
Siempre puedes volver a criticar cuando exista una necesidad real, pero, ahora, ya sabes cómo desconectar la «lente crítica». Tan pronto como empieces a ver lo positivo que te rodea, te darás cuenta de que, en realidad, todas esas críticas negativas no te ayudaban en absoluto.
Mi libro, Beyond Cynical: Transcend Your Mammalian Negativity (Más allá del cinismo: Supera tu negatividad mamífera), contiene un plan detallado para desconectar.
Artículo original: www.psychologytoday.com/blog/your-neurochemical-self/201404/why-you-need-take-break-criticism
Traducido por: Ascen Martín Díaz.
Revisado por Adrián Pérez Montes.
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