Nuestras escuelas son mejores que las chinas porque no funcionan tan bien como las suyas.
Publicado el 28 de mayo de 2013, por Peter Gray en Freedom to Learn
Durante más de 20 años, en EE.UU., hemos tenido la meta educativa de emular el sistema educativo chino (y japonés, y coreano). Hemos estado trabajando hacia una mayor centralización y control, una mayor estandarización del currículo y de los métodos de enseñanza, pasando más tiempo en clase y haciendo más tareas; todo esto en un esfuerzo por conseguir puntuaciones más altas en las pruebas estandarizadas. Esto se materializó en el programa «Goals 2000» de Clinton en la década de los noventa, en el «No Child Left Behind» de Bush en la década posterior, y ahora en el «Race to the Top» de Obama. Nos avergonzamos cada vez que las pruebas internacionales muestran que nuestros alumnos sacan notas más bajas en comparación con los de otros países. En 2010 cuando jóvenes de 15 años que representaban Shanghái, encabezaron las listas en lectura, matemáticas y ciencias en el examen PISA, Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA por sus siglas en Inglés), mientras nosotros nos quedábamos mucho mas atrás, nuestros líderes en educación se reafirmaron en el deber de emular a los chinos. El secretario de Educación, Arne Duncan, lo calificó como una «llamada de atención». [1 , p 120 ]
Uno podría pensar que los líderes del sistema educativo chino estarían felices de que sus niños consiguieran tan buenas clasificaciones en estas competiciones internacionales, pero no, cada vez más, se dan cuenta de que su sistema falla terriblemente. Al mismo tiempo que nosotros queremos ser más como ellos, ellos intentan (aunque sin mucho éxito hasta ahora) ser más como nosotros (o como éramos antes de que tratásemos por todos los medios de ser como ellos). Ellos ven que su sistema asfixia la creatividad y la iniciativa, produciendo burócratas decentes y calculadoras humanas, pero muy pocos inventores y empresarios. En respuesta a ese mismo informe efectuado por PISA que Duncan interpretó como «llamada de atención», Jiang Xuaqin, director de la División internacional de la escuela secundaria de la Universidad de Pekín, escribió en el Wall Street Journal: «Los problemas de un sistema de aprendizaje por memorización y repetición son ampliamente conocidas: la falta de desarrollo de habilidades sociales y prácticas, la ausencia de auto-disciplina y de imaginación, la pérdida de la curiosidad y de pasión por aprender… Una de las formas de saber que estamos teniendo éxito cambiando nuestras escuelas será cuando la puntuación en PISA disminuya». [ 2 ]
Observemos un poco más de cerca el sistema educativo chino.
De acuerdo con un estudio realizado por la Editorial para la educación científica Hangzhou, los estudiantes chinos pasan casi diez horas al día estudiando durante primaria, once horas por día en la escuela intermedia y doce horas y media por día en la escuela secundaria. [ 3 ] Keith Bradsher informó recientemente acerca de la vida de un típico estudiante chino de secundaria: «Se despierta a las 5:30 todas las mañanas para estudiar, desayuna a las 7:30, luego asistie a clases de 8:30 de la mañana a 12:30; de 01:30 a 5:30 de la tarde; y de 07:30 a 10:30 de la noche. Estudia parte del día los sábados y domingos». [ 4 ] David Jiang, un joven chino nacido en Estados Unidos que pasó sus años de secundaria en la China, escribía en su blog: «Lo que vi a mi alrededor [en la escuela] era una masa de zombis. … Es aquí donde me di cuenta de lo triviales que son las calificaciones…»[ 5 ]
Los estudiantes chinos trabajan tan duro por una y solo una razón , para conseguir una puntuación alta en el Gaokao, el examen nacional que es criterio único para la admisión de estudiantes a la universidad. Todo padre, todo maestro, compite con otros padres y maestros en conseguir exprimir, en la medida de lo posible, a sus hijos para que saquen puntuaciones más altas posibles. Muchos padres castigan físicamente a sus hijos por el fracaso en la escuela, y cualquier resultado que no sea el mejor o esté muy cerca de éste, se considera un fracaso.
Una encuesta a larga escala efectuada recientemente entre niños que asisten a las escuelas primarias chinas, realizada por investigadores chinos y británicos, reveló un sufrimiento psicológico masivo. Los autores resumen los resultados de la siguiente manera: «El 81% se preocupa considerablemente por los exámenes, el 63% teme el castigo de los profesores, el 44% ha sido víctima de acoso escolar en algún momento (siendo niños las víctimas más comunes), y el 73% de los niños reciben castigos físicos por parte de sus padres. Más de un tercio de los niños mostraron síntomas psicosomáticos al menos una vez por semana: el 37% dolor de cabeza y el 36% dolor abdominal. Todos los factores estresantes individuales fueron asociados de manera altamente significativa a síntomas psicosomáticos.
Los niños con mayores niveles de estrés (en el cuartil superior de los niveles de estrés) eran cuatro veces más propensos a tener síntomas psicosomáticos». [ 6 ]
Todos los años, aquellos que obtienen los puntajes más altos en el gaokao son elogiados en la prensa china; ellos y sus padres se vuelven temporalmente famosos. Pero estudios posteriores demuestran que los puntajes de las pruebas no predicen el éxito futuro de los jóvenes. Aquellos que una vez obtuvieran las puntuaciones más altas no progresan más que aquellos que obtuvieran puntajes mas bajos una vez que abandonan la escuela; de hecho, los resultados de un estudio sugieren que aquellos con las mayores puntuaciones llegan menos lejos, en promedio, que aquellos que obtuvieron calificaciones más bajas. [ 7 , p 82 ] De hecho, de acuerdo con ZhaoYong, un experto en educación china, un término común en China para referirse a los resultados generales de su sistema educativo es gaofendineng, que significa, literalmente, puntuaciones altas pero bajas capacidades. Debido a que los estudiantes dedican casi todo su tiempo a estudiar, tienen pocas ocasiones de hacer nada diferente. Tienen pocas oportunidades de ser creativos, tomar la iniciativa, o desarrollar habilidades físicas y sociales.
Yong Zhao creció en China, por lo que experimentó el sistema educativo chino de primera mano. Actualmente es profesor de educación en la Universidad de Oregon, tiene dos hijos en escuelas estadounidenses y ha centrado gran parte de su investigación en las similitudes y diferencias entre la educación china y la estadounidense, y sus consecuencias económicas. En dos libros recientes –Catching up or Leading the Way ( 2009) y World Class Learners (2012) – describe el daño que ocasiona el sistema educativo chino y documenta su interés en reformarlo.
Al abordar el tema de por qué el sistema de EE.UU. ha producido mejores resultados en el mundo real que el sistema chino, Zhao escribe: «La respuesta corta es que la educación estadounidense no ha sido tan efectiva como la de los chinos eliminando la creatividad y el espíritu emprendedor. En sus fundamentos, la educación estadounidense opera bajo el mismo paradigma que la china… En pocas palabras, tanto la educación estadounidense como la educación china están diseñadas para convertir grupos de niños en productos con similares especificaciones, determinadas por su nivel de dominio del currículo. Consistiendo este en lo que el adulto determine que los alumnos deben saber y ser capaces de hacer, independientemente de sus orígenes, intereses y diferencias». [ 1 , p 134-135 ]
Zhao continúa explicando que la ventaja del sistema estadounidense es que no consigue hacer aquello que quiere hacer, no logra disciplinar a los niños estadounidenses. Él lo explica diciendo que el sistema estadounidense es como una máquina de hacer salchichas que no es muy buena para hacer salchichas, así que a veces da como resultado algo que no se parece a las salchichas.
Los líderes chinos quieren emular el sistema educativo estadounidense y los líderes estadounidenses pretenden emular el sistema chino. Tal vez dentro de unos años, si los dirigentes obtienen lo que quieren, los chinos se ocupen de inventar y nuestros pediatras y psiquiatras infantiles tengan aún más trabajo de lo que ya tienen con enfermedades infantiles provocadas por el estrés.
Propongo que hagamos desaparecer por completo nuestro sistema de educación coaccionador y guiado desde arriba. Desechemos la máquina de hacer salchichas y reemplacémosla por las condiciones adecuadas para que todos los niños se eduquen en libertad, de la manera que ellos elijan, sin tener que luchar contra el sistema escolar para hacerlo. Para más información refiérase a mi libro Free to Learn .
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Referencias
[1] Yong Zhao (2012), World class learners: Educating creative and entrepreneurial Students.
[2] Jiang Xueqin. The Test Chinese Schools Fail: High Scores for Shanghai’s 15-year-olds are actually a sign of weakness. Wall Street Journal, December 8, 2010.
[3] See Zhao, 2012, pp 1240125.
[4] Keith Bradsher. In China, Betting It All on a Child in College. New York Times, Feb. 16, 2013.
[5] David Jiang (July 12, 2011). China; Education System Made Me an Individual. http://diaspora.chinasmack.com/2011/usa/david-jiang-china-education-system-made-me-an-individual.html
[6] Hesketh T, Zhen Y, Lu L, Dong ZX, Jun YX, Xing ZW. Stress and psychosomatic symptoms in Chinese school children: cross-sectional survey. Arch Dis Child. 2010 Feb;95(2):136-40. doi: 10.1136/adc.2009.171660. Epub 2010 Feb 4.
[7] Yong Zhao (2009), Catching up or leading the way: America education in the age of globalization.
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Peter Gray, doctor, profesor investigador en Boston College, y autor del libro recién publicado Free to Learn (Basic Books) y Pyschology (en su sexta edición).
Otros artículos de Peter Gray en inglés:
www.psychologytoday.com/blog/freedom-learn
Libro en inglés «Free to Learn»:
www.freetolearnbook.com
Artículo original en inglés: http://www.psychologytoday.com/blog/freedom-learn/201305/be-glad-our-failure-catch-china-in-education
Traducción del inglés al castellano por Carolina Silva. Revisado por Adrián Pérez.
[…] Existen múltiples otras investigaciones que apuntan a conclusiones similares, algunas de las cuales he resumido en entradas anteriores. Por ejemplo, una investigación en China reveló que los graduados en educación secundaria que obtuvieron los mejores resultados en el gaokao (el examen chino para acceder a la universidad) no llegaron tan lejos en su vida fuera del colegio como aquellos que obtuvieron unos resultados más bajos (aquí). […]