Esta semana tenemos un artículo filosófico muy bien trabajado sobre la existencia (o no) del alma. Ahí lo tenéis, seguro que os parece interesante. Escrito por David Kyle Johnson.
Dale, maestro…
La hipótesis del alma (la creencia de que existe el alma y de que las personas tienen alma), cuenta con el apoyo casi unánime de la población general. Sin embargo, entre los filósofos y científicos la creencia en la existencia del alma es mucho menos común. Este ensayo tiene por objetivo explicar por qué muchos filósofos y científicos rechazan la hipótesis del alma y reflexionar sobre lo que supone la no existencia del alma.
¿Qué es el alma? A pesar de que la palabra «alma» es ambigua, la noción de que las personas tienen alma se expresa mediante un concepto específico. Según la tradición clásica, el alma es una entidad no física que puede separarse del cuerpo físico. Por consiguiente, la creencia en el alma implica el dualismo de la sustancia, es decir, la existencia de dos sustancias: una material (la materia que conforma el universo) y una no material (de la que se compone el alma). Por lo tanto, el alma no tiene masa, extensión (no ocupa espacio) ni ubicación.
¿Para qué sirve el alma? ¿Qué hace? Principalmente, el alma es donde se realizan las actividades mentales: donde se sienten las emociones, donde se toman las decisiones, donde se experimentan las sensaciones (p. ej.: donde se presenta nuestro campo visual), donde se almacenan los recuerdos y la personalidad de una persona, y donde se produce el razonamiento. Por ejemplo, cuando tienes sed y buscas la botella de agua, ves que está vacía y decides ir a buscar agua, recuerdas dónde está la fuente y después averiguas cómo funciona, todo esto tiene lugar en el alma.
Según la hipótesis del alma, algunos sucesos mentales provocan sucesos físicos. Por ejemplo, la sed (un suceso mental que tiene lugar en el alma) hace que gires la cabeza para buscar una botella de agua (un suceso físico que tiene lugar en el mundo). Pero los sucesos mentales pueden también provocar otros sucesos mentales. La experiencia visual de una botella vacía hace que tomes la decisión de ir a buscar agua, lo que posteriormente activa el recuerdo de la ubicación de la fuente de agua. Éstos son tres sucesos mentales que tienen lugar en el alma.
Hoy en día, los defensores de la existencia del alma no niegan que el cerebro influya en ella (p. ej., el sistema visual del cerebro produce experiencias visuales en el alma). No obstante, en su opinión, el alma puede realizar sus propios procesos, sin ninguna ayuda por parte del cerebro. De hecho, el alma puede separarse del cerebro. Cuando alguien muere, su alma «se separa» y su continuada existencia ininterrumpida garantiza que la vida mental del individuo permanezca ininterrumpida. Por ejemplo, después de la muerte puedes aún sentir alegría al reunirte con tus seres queridos en el cielo, mientras que tu cerebro permanece inactivo y se descompone en tu ataúd.1
Razones filosóficas para dudar de la existencia del alma
La creencia en el alma tiene una larga historia, aunque su origen histórico no está claro. Por supuesto, sería un error lógico apelar a la tradición sin más y utilizar la larga historia de creencias en el alma como prueba a favor de su existencia. En mi opinión, es difícil dar una explicación causal a la creencia en el alma. No obstante, existen argumentos filosóficos a favor de la hipótesis del alma. Los más importantes son los de Platón y Descartes. Sin embargo, por desgracia para los creyentes en la existencia del alma, sus argumentos tienen muchos defectos.
El defecto de los argumentos a favor de la existencia del alma
Alguien podría preguntarse por qué los filósofos se molestaron en presentar argumentos a favor de la existencia del alma. Después de todo, la introspección parece confirmar que el alma existe. Sin embargo, por desgracia, la introspección no puede demostrar su existencia. Sí podría, quizás, demostrar la existencia de la mente, pero no demuestra que la actividad mental tenga lugar en una sustancia que puede separarse del cuerpo, ni que pueda producirse sucesos mentales sin ayuda del cerebro después de la muerte. Tales afirmaciones necesitan una justificación filosófica. Las más conocidas son las de Platón y Descartes.
Los argumentos de Platón están basados en su antigua teoría metafísica. Platón creía en el Reino de las Formas, un conjunto de objetos abstractos perfectos en el que los objetos físicos «participan» para ser los objetos que son (las sillas participan en la forma de la silla). Según la teoría de la reminiscencia de Platón, cuando alguien aprende algo nuevo no está adquiriendo nueva información, sino recordando algo que ya conocía antes de nacer, cuando vivía entre las formas. Para que esto fuera verdad, el individuo tenía que haber existido antes que su cuerpo, por lo que Platón llegó a la conclusión de que debía existir un alma.2 Pero como nadie más ha dado credibilidad a la teoría de la reminiscencia (sabemos que el aprendizaje no es simplemente recordar), y como esa teoría supone la aceptación de otra teoría aún más obsoleta (la teoría de las formas), podemos decir que Platón no nos ofrece una buena razón a favor de la existencia del alma.
René Descartes defiende el dualismo de la sustancia y, por lo tanto, la hipótesis del alma. Descartes presentó tres argumentos a favor de que la mente y el cuerpo debían ser dos entidades diferentes y separables, y de que, por ende, la mente es en realidad el alma: el argumento de la duda, el argumento de lo concebible y el argumento de la divisibilidad. Como es bien sabido, Descartes comenzó sus Meditaciones metafísicas dudando de la existencia del mundo físico (incluido su cuerpo), pero concluyó que de su mente no podía dudar. Descartes pensó que si no se podía dudar de la mente pero sí del cuerpo, ambas cosas debían ser distintas y por lo tanto separables. Es más, Descartes indicó que, dado que él podía concebir que su mente podía existir sin su cuerpo —siendo por tanto lógicamente posible que su mente existiera sin su cuerpo—, ambas debían ser cosas distintas. Por último, como el cerebro puede ser dividido en partes separadas pero la mente no, Descartes llegó a la conclusión de que debían ser dos cosas distintas.3 Y si eran dos cosas distintas, la mente debía ser un alma.
Los tres argumentos son erróneos. El argumento de la duda es erróneo porque la duda no es una propiedad que permita diferenciar objetos. Por ejemplo, ¿duda Lois Lane de que Superman sea un auténtico héroe? Por supuesto que no. ¿Duda de que Clark Kent sea un héroe? Por supuesto que sí. Pero Superman y Clark Kent son la misma persona. Imagino que Lois se preguntaría, al igual que Descartes, si Superman era real o quizás lo había soñado. Pero esto no alteraría el hecho de que la duda no puede utilizarse para diferenciar un objeto de otro. Además, es posible dudar del alma. El eliminativismo, la visión filosófica que duda de la existencia de la mente, se ha convertido en una teoría filosófica legítima y cada vez más fuerte.
El argumento de lo concebible es erróneo porque el hecho de que algo pueda ser concebido no significa que sea lógicamente posible. Alguien podría concebir que el Lucero del Alba existe y que el Lucero de la tarde no, pero como el Lucero del Alba es también el Lucero de la Tarde (ambos son el planeta Venus), no es lógicamente posible que exista una sin la otra. Es más, concebir que la mente de alguien existe sin su cuerpo sólo puede ser posible cuando se tiene un conocimiento limitado de lo que es la mente. Nadie puede concluir que la mente es algo más allá de lo físico simplemente porque no se conocen perfectamente todos los aspectos de la misma. De hecho, nuestro creciente conocimiento de la relación entre el cerebro y la mente parece indicar que forma parte del cuerpo (hablaremos de esto más adelante).
Por último, el argumento de la divisibilidad es erróneo. Del mismo modo que la duda no puede definir sustancias, tampoco puede hacerlo la divisibilidad. Pero lo que es más importante es que la divisibilidad de la mente ha podido demostrarse mediante el fenómeno del cerebro dividido. Cuando el cuerpo calloso que conecta los dos hemisferios del cerebro de una persona es seccionado (en una operación quirúrgica) o resulta dañado (por un derrame cerebral), la mente, literalmente, se divide. Cada mitad del cuerpo está controlada por una mente diferente, por una consciencia diferente. En experimentos controlados, el ganador de un Premio Nobel, Robert Sperry, fue capaz de comunicarse con cada mitad de la mente por separado, transmitiendo y obteniendo información distinta de cada una de ellas.4
El hecho de que los argumentos a favor de la existencia del alma sean erróneos, es razón suficiente para dudar de su existencia. Cuando se trata de afirmar la existencia de algo, la carga de prueba recae sobre el creyente. Como señaló Bertrand Russell, si yo quiero creer que una tetera orbita el sol, no podré hacerlo de forma racional hasta que ofrezca una prueba que confirme dicha creencia. (Por supuesto, nadie puede probar que no exista una «tetera celestial» —siempre podemos decir que es demasiado pequeña para poder verla—, pero ésta, no es razón para creer que existe. Eso sería una apelación falaz a la ignorancia o falta de conocimiento actual). Así mismo, aunque la existencia del alma no pueda ser refutada, creer en ello se considerará irracional (fuera de la razón) hasta que se ofrezcan pruebas o argumentos válidos a favor de su existencia. El hecho de que los argumentos más reconocidos a favor de la existencia del alma sean erróneos es un punto negativo para la hipótesis del alma.
Muchos afirmarían, sin embargo, que la existencia del alma puede ser refutada —o, al menos, enterrada bajo una enorme cantidad de argumentos y pruebas en contra―. Antes de examinar las objeciones científicas, analicemos las objeciones filosóficas que se han expuesto en contra de la existencia del alma.
Argumentos filosóficos en contra de la existencia del alma
Empecemos reflexionando sobre una pregunta. Si las decisiones se toman en «tu alma», ¿por qué cuando decides mover un brazo se mueve tu brazo y no, por ejemplo, el mío? Tus decisiones se toman en tu alma, por supuesto, pero ¿en virtud de qué está tu alma conectada a tu cuerpo y no al mío? No puede deberse a que tu alma está más cerca de tu cuerpo que del mío. El alma no está hecha de materia y sólo la materia puede ubicarse en el tiempo y el espacio. Entonces, ¿en virtud de qué tu alma te pertenece a ti y no a mí? Aún no se ha dado una respuesta satisfactoria a esta pregunta.
Incluso si atribuimos una ubicación física a tu alma dentro de tu cuerpo cabría preguntarse qué facilita la conexión causal. Después de todo, puede que me encuentre dentro de mi coche, pero si no tengo las llaves, no sé conducir y/o el coche no tiene gasolina, no podré ir con este a ningún lado. Entonces, ¿cómo dirige el alma al cuerpo? ¿Cómo puede interactuar una entidad no material con una material? Tampoco se ha dado aún una respuesta satisfactoria a esta cuestión.
Un hecho aún más preocupante es este: el alma no puede controlar al cuerpo. La ley de la conservación de la energía (que afirma que la energía ni se crea ni se destruye) y la ley de la conservación del ímpetu o movimiento (que afirma que la cantidad de impulso total de cualquier sistema siempre es constante) están muy consolidadas, al igual que el principio de causalidad en el mundo físico, según el cual los eventos físicos sólo pueden tener causas físicas. Muchos científicos y filósofos sostienen que este último principio se puede conocer a priori (no está ligado a la experiencia), pero, para quien quiera valerse de la experiencia, también se ve confirmado por el hecho de que siempre que hemos buscado la causa de un evento físico, ésta ha resultado estar en otro suceso físico.5 Esto incluye sucesos en el cuerpo, como los movimientos corporales, que de forma causal tienen su origen en lo que ocurre físicamente en el cerebro.
Si el alma llegara desde más allá del reino físico para hacer que ocurrieran cosas en el cuerpo y el cerebro, se incumplirían esos tres principios. Se estaría añadiendo energía desde la nada al sistema del cuerpo (o cerebro) y finalmente al universo. La cantidad de movimiento del sistema en el cuerpo físico (o en el cerebro, concretamente) no estaría siendo constante, y, además, se trataría de una causa no física de un evento físico.
Evidentemente, todos o algunos de esos principios podrían resultar falsos en el futuro, pero el hecho de que algo pueda ser falso, no es razón para pensar que realmente lo es. Las pruebas están a favor de dichos principios. A menos que se anulen, constituyen un problema para creer en el alma, un problema al que los filósofos denominan «el problema de la causalidad descendente».
Como se puede ver, debido a la incapacidad de los argumentos filosóficos de confirmar la existencia del alma y al problema de la causalidad descendente, las perspectivas de la hipótesis del alma en el campo de la filosofía no son favorables.
Razones científicas para dudar de la existencia del alma
Acabamos de ver algunas razones en el campo de la física que contradicen la hipótesis del alma, pero la prueba científica más convincente en contra la existencia del alma proviene de la neurociencia, y para empezar a analizar esta prueba es ideal el caso de Phineas Gage.
El cerebro hace todo lo que se suponía que hace el alma
Phineas Gage fue un joven capataz de ferrocarril que vivió en el siglo XIX. El 13 de septiembre de 1848, un accidente provocó que una barra de hierro atravesara su cabeza —entrando por debajo de su mejilla izquierda y saliendo por la parte de arriba de su cráneo—, destrozando parte de su cerebro.
Gage sobrevivió, pero su personalidad cambió por completo. Anteriormente había sido un hombre amable y honorable, y un capataz responsable. Tras el accidente, se convirtió en un hombre maleducado y agresivo, y en un trabajador irresponsable. Ya no podía trabajar como capataz; era tremendamente indeciso y descuidado, y abandonaba sus planes casi antes de hacerlos. Su grosería e irreverencia tampoco ayudaron a mejorar sus perspectivas laborales. Sin duda alguna lo peor de todo, se les aconsejó a las mujeres que no se quedaran a solas con él en una misma habitación porque podría intentar abusar de ellas. 6
El caso de Gage puso en duda la hipótesis clásica del alma , porque un daño físico no puede cambiar la personalidad de un individuo si ésta se halla en algo no físico como el alma. Pero no se puede negar que eso es lo que le había pasado a Gage. Se concluyó, por tanto, que la personalidad no podía hallarse en el alma sino que debía ser el resultado del funcionamiento del cerebro del individuo. Se podría decir que el caso de Phineas Gage le dio al alma una cosa menos que hacer, una cosa menos que explicar. Sacó la personalidad del campo de las cosas a las que el alma no física da forma, y la situó directamente dentro del reino de lo físico, en concreto de lo neurofísico.
Algunos han puesto en duda la gravedad del cambio de personalidad de Gage, pero eso es irrelevante. Gage nos dio las indicaciones adecuadas para seguir investigando. Tras este suceso, los neurocientíficos descubrieron las áreas del cerebro responsables del uso y la comprensión del lenguaje (áreas de Broca y Wernicke), de las sensaciones físicas del tacto (el homúnculo de Penfield), de las emociones (el sistema límbico), del razonamiento y la toma de decisiones (los lóbulos frontales), de las sensaciones visuales (la corteza visual)… y la lista continúa. Muchos de esos descubrimientos fueron impulsados por casos similares al de Gage, en los que ciertas capacidades mentales se perdían cuando una persona concreta sufría algún tipo de daño cerebral concreto. Ahora sabemos por qué cambió la personalidad de Gage.7
Aunque aún no se comprende del todo cómo funciona el cerebro, hoy en día es innegable que toda actividad mental es resultado directo de la actividad cerebral. Además, no sólo se ha desplazado la personalidad del reino del alma no física al reino del cerebro físico, sino que ahora se sabe que todo lo que una vez se atribuyó al ámbito del alma (las emociones, el lenguaje, las decisiones, las sensaciones, los recuerdos, la personalidad) está en realidad dentro del ámbito de lo que hace el cerebro.
Lo inadecuado de la hipótesis del alma
La hipótesis del alma debía funcionar como una explicación de nuestro comportamiento al ser la causa de nuestros actos intencionados y de nuestras disposiciones. Pero siempre ha presentado lagunas en este aspecto. Una explicación buena, no debería generar más preguntas que respuestas, pero, la cuestión sobre de qué está hecha el alma8 y cómo causa cambios en el cuerpo, siempre ha sido un misterio. Ahora, puesto que la neurociencia nos ha enseñado que la causa de todo lo que hacemos está relacionada con impulsos del cerebro, no con la actividad del alma, el alma se ha quedado sin nada que explicar. La neurociencia ha privado de validez cualquier poder explicativo que la hipótesis del alma podría haber tenido. Y las hipótesis que no explican nada, no son buenas hipótesis.
Los intentos de salvar al alma de tales objeciones no tienen mucho éxito. Por ejemplo, uno podría sugerir que la conocida correlación de los hechos mentales con los impulsos nerviosos simplemente muestra la forma en que opera el alma. A pesar de que los impulsos nerviosos explican nuestro comportamiento, la actividad del alma podría irrumpir como explicación de estos impulsos («controlando las neuronas, el alma controla el cuerpo»). Pero tales intentos causan más problemas que beneficios. Una sugerencia así no solo violaría las leyes físicas mencionadas más arriba, pues sabemos que toda actividad cerebral viene causada en última instancia por reacciones físicas, sino que además hace la hipótesis totalmente irracional. A fin de explicar el porqué, permítanme plantear una analogía.
Muchos científicos pensaban que el calor era producto de un material denominado flogisto que fluía en los objetos para calentarlos, y emanaba de ellos para enfriarlos. Cuando descubrimos que el calor es realmente el resultado del movimiento de partículas, los defensores del flogisto sugirieron que «el modo en que el flogisto calentaba los objetos era haciendo que las partículas se movieran». Pero, por supuesto, esto no era más que una excusa ad hoc para salvar su teoría. No había necesidad de plantear una hipótesis sobre la existencia del flogisto, ya que no explicaba nada. Podíamos explicar el calor valiéndonos del movimiento de las partículas, sin necesidad de introducir otra sustancia en la explicación. Defender la hipótesis del flogisto en este sentido era, en resumen, el resultado de un deseo por parte de aquellos que se encontraban emocionalmente ligados a ella y la veían como su teoría favorita. Así fue, como la teoría del flogisto fue perdiendo aceptación.
Espero que la analogía sea suficientemente clara: Del mismo modo que el calor puede explicarse por sí mismo, en tanto que se produce por el movimiento de partículas, el comportamiento puede explicarse por sí solo, como resultado de la actividad cerebral. Y plantear otra hipótesis, ya sea la del flogisto o la del alma, para explicar una actividad que ya tiene explicación, no es más que una excusa irracional ad hoc menos simple para tratar de salvar una teoría que nos gusta más.
El defensor de la teoría del alma quizás también insista en que, a pesar de las pruebas, el daño cerebral no afecta a las capacidades mentales. Cuando parece que alguien ha perdido capacidades mentales tras la pérdida de determinadas funciones cerebrales, quizás estas capacidades se encuentren en realidad intactas (sanas y salvas) en el alma. Simplemente el daño cerebral impide al alma comunicar este hecho al mundo exterior.
Nuevamente, estos racionamientos perjudican más que ayudan. En primer lugar, tales intentos son suposiciones ad hoc elaboradas con el único fin de que se demuestre la falsedad de la teoría. Y lo que es peor, son insostenibles. ¿Se supone que he de creer que la personalidad de Phineas Gage seguía siendo gentil, pero el daño cerebral era tal que cuando intentaba actuar gentilmente, en lugar de ello, insultaba continuamente e intentaba abusar de las mujeres? ¿He de creer que un paciente con Alzheimer no olvida realmente las experiencias pasadas ni a la gente que quiere? ¿Es lógico pensar que sus memorias siguen ahí, completamente accesibles, pero cuando tratan de describirlas el daño cerebral es tal que provoca que actúen o digan que las han olvidado, o que no reconocen a la persona que está enfrente de ellos? Por supuesto que no. La estupidez de algunas sugerencias muestra claramente que no son más que racionamientos desesperados para salvar la hipótesis del alma.
En definitiva, la neurociencia ha demostrado que no hay ninguna función que se le pueda atribuir al alma y por lo tanto, no hay razón para suponer que existe. Todo lo que un día se suponía recogido o explicado bajo la hipótesis del alma, ahora se encuentra recogido o explicado por el cerebro.
Lo que supone la no existencia del alma
La no existencia del alma a menudo suscita fuertes reacciones. «Si no hay alma, toda religión es una mentira, Dios no existe, es imposible que haya vida tras la muerte, y el libre albedrío es una ilusión». Sin embargo, estas preocupaciones son exageradas.
En primer lugar, no todas las religiones afirman la existencia del alma. El concepto hindú de «atman» es diferente del concepto clásico del alma que hemos estado sopesando. El propio Buda dijo «Únicamente a través de la ignorancia y de la ilusión, los hombres consienten caer en el sueño de que sus almas son entidades separadas que existen por sí mismas».9Además, los antiguos judíos no tenían un concepto clásico del alma10 ni creían en la existencia de una vida consciente tras la muerte. 11 De hecho, la mayoría de los judíos siguen en la actualidad sin creer en el alma.
Puesto que el cristianismo tuvo su origen en el antiguo judaísmo, los primeros cristianos tampoco creían en el alma. 12 En consecuencia, la clásica doctrina del alma se encuentra también ausente en el Nuevo Testamento. 13 Es más, la idea de que los humanos tengan almas inmortales es contraria a lo que la Biblia nos enseña sobre la Resurrección de Jesús14 y a la esperanza bíblica en una resurrección final de los muertos. 15La hipótesis del alma prevalece en el cristianismo hoy en día únicamente porque fue importada de la filosofía griega al cristianismo por figuras como Orígenes y San Agustín. 16 En la actualidad, muchos cristianos desean rechazar esta influencia y volver a una visión tradicional y bíblica que enfatice la resurrección y rechace la hipótesis del alma.
Definitivamente, la existencia de Dios no depende de las almas. Por supuesto, el discurso sobre las almas y el discurso sobre Dios se encuentran a menudo en círculos religiosos, pero como acabamos de ver, los antiguos judíos y muchos de los primeros cristianos creían en Dios, sin creer en las almas. No hay nada sobre Dios que requiera la existencia del alma.
La existencia del alma tampoco es necesaria para justificar la vida después de la muerte. Por supuesto, nuestra alma no puede salir flotando del cuerpo justo después de nuestra muerte si no existe. Pero la resurrección del cuerpo tras la muerte, tal y como la concebían los primeros cristianos todavía es posible. Además, Dios podría facilitar nuestra supervivencia tras la muerte «copiando» nuestra configuración neuronal, creando un nuevo cuerpo y «pegando» esta configuración neuronal en el cerebro de nuestro cuerpo. 17 La persona resultante tendría todos nuestros atributos mentales y, por tanto, muchos filósofos argumentarían que seríamos nosotros. De ser así, uno podría continuar existiendo incluso después de la muerte, a pesar de que no existan las almas.
Otros filósofos, como Peter van Inwagen, muestran su desacuerdo, al pensar que la persona resultante no sería más que una «copia» de nosotros. Pero señala que Dios todavía podría posibilitar nuestra supervivencia cogiendo y curando literalmente nuestro sistema nervioso central antes de la muerte. 18 Por supuesto, la creencia de que alguna de estas cosas pudiera suceder requiere de un acto de fe; pero esto no debería ser problema para los creyentes. En cualquier caso, la no existencia del alma no imposibilita que haya vida tras la muerte.
La no existencia del alma podría suponer una amenaza al libre albedrío. Son muchos los que piensan que el ámbito físico es determinista. De ser así, muchos argumentan, a menos que el alma exista para llegar desde fuera de esa esfera y alterarla, nuestros actos no pueden ser libres. Sin embargo, muchos filósofos consideran compatible la idea de que el libre albedrío es posible incluso en un mundo determinista. 19 Únicamente en una definición distinta del libre albedrío (la definición libertaria20), la no existencia del alma supondría una amenaza para el libre albedrío. Pero hay amenazas mucho mayores para el libre albedrío libertario que la no existencia del alma: el fatalismo teológico y lógico; las ontologías temporales del «mundo de los bloques» fruto de la relatividad general; los avances neurocientíficos que muestran que nuestros procesos de decisión conscientes se suceden a posteriori de la acción, y un largo etcétera.
Si el libre albedrío no existe, poco tiene que ver con la no existencia del alma. Incluso si el alma existiera, a menos que los problemas arriba mencionados se solucionaran, no podríamos concluir de manera racional que estamos en posición de decidir libremente. Y si pudiéramos solventar dichos problemas, no parece que la no existencia del alma pudiera suponer una seria amenaza. La inexistencia del alma implica, simplemente, que existe una visión particular sobre lo que son las personas que es falsa.
No podemos abandonar nuestros cuerpos tras la muerte; los fantasmas no existen, las experiencias cercanas a la muerte son solo sueños, y los médiums (como John Edwards) son un timo. Espero que esto no venga como una gran sorpresa. Supongo que esto significa que los panegíricos que sugieren que el difunto «nos ve desde lo alto», no pueden ser ciertos. Pero, ¿acaso es la idea de que todos nos reuniremos en la resurrección menos reconfortante?
Conclusión: No era mi objetivo probar que las almas no existen; para dudar racionalmente de su existencia, no es necesario probar nada. Recordemos que la carga de prueba recae sobre quienes creen. Tampoco he tratado de exponer todos los modos posibles en que uno podría redefinir el concepto de «alma», para poder continuar afirmando que «las almas existen». 21
Únicamente estaba interesado en la concepción clásica del alma, tal y como fue originalmente definida y concebida para la población general. Tampoco estaba interesado en responder a cada una de las posibles respuestas que los clásicos «creyentes en el alma» podrían dar a los argumentos que he mencionado, ni a todos los argumentos pro-alma concebibles. 22 Mi objetivo era simplemente reunir las razones y argumentos que muchos filósofos y científicos han encontrado lo suficientemente convincentes, y explicar lo que la no existencia del alma implica o deja de implicar.
Como siempre, si tienes algo que decir, el apartado de los comentarios está siempre abierto, igual incluso podemos tener una discusión interesante…
Copyright David Kyle Johnson
Artículo original: http://staff.kings.edu/davidjohnson/Do%20Souls%20Exist%20v1.6.1%20%28Final%29.pdf
Traducido del inglés por Lucía Álvarez Díaz y María Dolores Ibáñez Ruíz. Revisado por Adrián Pérez.
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1 Es importante advertir que el alma no es simplemente la mente. A pesar de que los que creen en el alma puedan equiparar el alma a la mente, uno puede creer en la mente sin necesidad de creer en el alma. Por ejemplo, uno puede creer que la actividad mental ocurre en la mente, e incluso pensar en la mente como algo distinto al cerebro, pero también sostener que toda actividad mental depende de la actividad cerebral. Sin embargo, la creencia en el alma, en su concepción clásica, requiere de que uno crea que lo que alberga la actividad mental está separado del cerebro; que puede seguir existiendo sin el cerebro. A diferencia de la creencia en las almas, la creencia en la existencia de la mente sigue siendo la norma en la mayoría de círculos académicos.
2 De hecho, uno podría argumentar que la teoría de la reminiscencia simplemente asume la existencia del alma; no la establece. En cualquier caso, como los compañeros de diálogo de Sócrates señalan en el Fedón (77d80c, 85D86D, 91E92C, 94D94E), ese argumento no prueba que el alma sea inmortal, sino que simplemente preexiste al cuerpo. En Menón (81bE, 85B86B), Sócrates sugiere que, si el alma preexiste al cuerpo, es razonable asumir que también existe tras la muerte. Sócrates presenta otros argumentos para la existencia y la inmortalidad del alma, pero también fracasan por motivos similares. Véase Alcibíades I, 129B130C y República 352D354A.
3 Para más información sobre las argumentaciones de Descartes, véase C. LONG, Douglas. Descartes’ Argument for MindBody Dualism [El argumento de Descartes sobre el dualismo mente-cuerpo]. The Philosophical Forum, vol. 1, nº3, 1969. 259273p.
4 Para más información sobre las obras de Sperry y otros, véase GAZZANIGA, M. S., “Fortyfive years of splitbrain research and still going strong” [«Cuarenta y cinco años de investigación acerca de la división cerebral y sigue con fuerza»]. [Revisión literaria]Nature Reviews Neuroscience [Revista NatureNeuroscience], vol.6, nº8, 2005.Pág. 653U651
5 Se ha descubierto que los sucesos cuánticos no tienen causa, pero esto no viola el principio del cierre causal.
6 Véase CARTER, Rita. Mapping the Mind [Trazar el mapa de la mente] (Edición revisada y actualizada). Los Ángeles: University of California Press, 2010. Pág. 1, 2427.
7Nuestras emociones e impulsos básicos surgen del sistema límbico, y nos guiarían en todo momento de no ser por la capacidad de razonamiento y decisión de nuestro lóbulo frontal, que envía señales inhibidoras para reducir la hiperactividad del sistema límbico. Con la corteza cerebral considerablemente dañada, el sistema límbico impulsivo y emocional de Gage mandaba y controlaba sus acciones.
8Decir que el alma no es algo material no añade información esclarecedora sobre la sustancia de la cual está hecha el alma. Esto sería como describir nuestra casa ideal argumentando por qué «esta no es la ideal». Las descripciones negativas no son esclarecedoras.
9Véase CARUS, Paul (Traducción). The Gospel of Buddha [El evangelio de Buda]. Chicago: Open Court, 1991. Parte LIII, “Identity and nonidentity” [«Identidad y no identidad»]. Línea 10, p. 153.
10La palabra hebrea a menudo traducida al inglés por «espíritu», es «ruach», pero en realidad significa «aliento de vida». «La creencia de que alma continua existiendo tras la disolución del cuerpo es un tema de especulación filosófica y teológica más que de la fe, y no se encuentra expresamente manifiesta en ningún lado de la Sagrada Escritura».» Desde 1906, la enciclopedia judía introduce la entrada de «Inmortalidad del alma». La enciclopedia online puede leerse en www.jewishencyclopedia.com.
11Los antiguos judíos no creían en el cielo y el infierno, solo en el «sheol», un lugar físico donde todos los muertos iban a dormir.
12 Por ejemplo, uno de los primeros apologistas cristianos, Justino Mártir, no lo hacía. En el capítulo LXXX, de su Segunda Apología (Diálogo con Trifón), Trifón pregunta a Justino si cree que Jerusalén será reconstruido tras la resurrección de los muertos. Justino dice que sí, aunque hay algunos Cristianos que no lo creen. Sin embargo, dice a Trifón «…si tú te has juntado con algunos que se hacen llamar cristianos, pero no admiten esto… quién dice que no existe la resurrección de los muertos, y que sus almas, cuando mueren, van al cielo; no puedo imaginar que esos sean cristianos».
13 Esto goza de un apoyo casi unánime entre los eruditos bíblicos. Véase THATCHER, Adrian. “Christian Theism and the Concept of a Person” [«Teísmo Cristiano y el concepto de una persona»], en PEACOCKE, A. y GILLETTE, G. (edición). Persons and Personality [Personas y personalidad]. Oxford: Blackwell, 1987.
14 Por ejemplo, según San Pablo en la primera Carta a los Corintios, capítulo 15, la resurrección de Jesús supuestamente prueba que la muerte no es el fin. Si Cristo no resucitó, entonces tampoco lo haremos nosotros, y por tanto, cuando muramos, no habrá nada más; aquellos que ya han muerto están perdidos (versículo 17) y «somos los hombres más dignos de lástima» (versículo 18). «Comamos y bebamos porque mañana moriremos» (versículo 32). Pero con la resurrección, Dios probó que tiene poder sobre la muerte; tal y como hizo con Jesús, él puede devolvernos a la vida mediante la resurrección. La resurrección de Jesús fue «la primera», luego, aquellos que estén unidos a él también resucitarán (versículo 23). Con la resurrección de Jesús, Dios ha quitado el «aguijón» (versículo 55) de la muerte. Pero si el alma es inmortal y por tanto, continuamos viviendo tras la muerte de todas formas, la muerte no tiene aguijón en primer lugar y la resurrección es inútil.
15 Véase THATCHER, p. 184.
16 Véase la entrada de Walter A. Elwell en Evangelical Dictionary of Theology [Diccionario evangélico de teología]. Grand Rapids: Baker Academic, 2001. 1129p.
17 Este concepto no es bíblico. Sin embargo, dado que la materia de la cual estaban hechos los cuerpos de los antiguos Cristianos se descompuso hace mucho tiempo, volvió a integrarse en el ecosistema y ahora está siendo usada por nuestros cuerpos, este quizás pueda ser el único modo en que el Dios cristiano pueda facilitar la resurrección de los muertos.
18 Véase VAN INWAGEN, Peter. “The Possibility of Resurrection” [«La posibilidad de la resurrección»]. En: International Journal for Philosophy of Religion[Revista internacional de la filosofía de la religión], vol.9,nº2, 1978. Pág.114-121.
19 Véase, por ejemplo, los capítulos de Kai Nielsen, Dani Dennett, John Martin Fischer, Derk Pereboom, y Harry Frankfurt, en KANE, Robert (ed.) Free Will [Libre Albedrío]. Oxford: Blackwell, 2002.
20 Esta definición sugiere que el libre albedrío requiere posibilidades alternativas. Solo puedes hacer libremente X si es posible decidir no hacer X.
21Por ejemplo, algunos cristianos quizás afirmen la existencia del alma, pero simplemente niegan su inmortalidad. Esta sería básicamente la misma postura de aquellos que creen en la mente, y sugieren que depende de la existencia del cuerpo. No es la visión clásica que hemos estado abordando.
22Para una colección de argumentos a favor de la existencia del alma, véase C. BAKER, Mark y GOETZ, Stewart (ed.), The Soul Hypothesis, Investigations into the Existence of the Soul [La hipótesis del alma: investigaciones sobre la existencia del alma]. Londres: The Continuum International Publishing Group, Inc., 2011.
Manuel dice
Esta muy interesante tu exposición y respeto tu enfoque dentro de la corriente del racionalismo, pero no estoy de acuerdo en muchas cosas y una de ellas es tu afirmación de que Dios no existe, seguramente porque tu no lo has visto, pero tampoco se ve el amor, no se ve la alegría, no se ve el dolor, pero existe y no me salgas con que eso son condiciones emotivas, porque te preguntaría, si has visto esas emociones, si las tocado o has visto que color tienen, si negáramos todo esas cosas que tu enumeras porque no forma parte del razonamiento lógico-filosófico, seríamos máquinas sin esperanzas, no seas mente estrecha y abre tu pensamiento que lo bueno de la vida es saber aceptar todas las opiniones, no te fanatices recuerda que el racionalismo no lo es todo ni te da todas las respuestas.
adrian dice
Hola Manuel:
Creo que estás sacando conclusiones erróneas. El texto dice lo siguiente:
«La no existencia del alma a menudo suscita fuertes reacciones.»
[…]
Y luego:
«Definitivamente, la existencia de Dios no depende de las almas.»
Por lo tanto, eso con lo que no estás de acuerdo, no aparece en el texto. El texto NO propone que Dios no pueda existir. Lo que dice es que las almas no pueden existir.
Luego dos puntos en cuanto a tu comentario:
1. Por mi parte, puedo decirte que conozco a mucha gente que no es creyente, y que no se sienten desesperanzadas. Al contrario, parecen estar encantadas con la vida y llenas de esperanza.
También conozco a mucha gente creyente que tiene miedo y no es feliz.
En definitiva, que no creo que la felicidad y esperanza vayan unidas a la fe o al dejar de pensar y razonar.
2. No entiendo lo que dices de que no se ve el amor o la alegría. Sí se ven, no necesitas más que un escaner cerebral o incluso puedes observar la alegría a través de sus actos. Tampoco se ven los virus y bacterias, lo mismo te digo, hazte con una herramienta para poder observarlos. ¿Que no existe forma humana de ver quarks y demás fauna subatómica?, cierto, pero podemos medir que están ahí.
[Ahora alguien podría decir que aunque no veamos el alma directamente podría estar ahí, porque vemos sus efectos. Entonces le diría, vuelve a leer el artículo, que lo explica]
Resumiendo: Las cosas o son físicas o no lo son. El que no sean físicas, no significa que no existan, simplemente que no pueden existir en lo físico (por ejemplo el alma, o los fantasmas) y eso es lo que este artículo explica a todo aquel que lo quiera leer y entender.
Matheus dice
Afirmas que hay no creyentes encantados de la vida (seguro) y llenos de esperanza (¿en qué?, de esto ya no estoy tan seguro).
Gaby dice
A ver, por más que te duela dios no existe, y no es porque tenga la mente cerrada que lo digo, sino porque tengo la mente tan abierta que me permito dudar de la existencia de un ser básicamente mágico, si tú no te consideras de mente cerrada ábrete a la idea de que tu dios no existe, investiga, no sólo en la biblia o el lugar donde te lo afirme, busca en hechos y no dejes que la religión arruine tu vida y la de los demás :).
Fran dice
Felicidades Adrián. Increíble las reflexiones e investigación llevadas a cabo para poder exponer la presente blog. Es cierto que «aceptar» la no existencia del alma, quita un poco la «ilusión» de la vida, pero quizá ese esea uno de los motivos de la infelicidad de muchos.
Antes de leer confiaba en la existencia del alma, pero como todo está en continuo cambio, ¿por qué no voy a cambiar mi forma de pensar?.
Tengo una duda, la cual me hizo ser «creyente» de la posible existencia del alma (como parte sustancia que no existe pero siempre «está» aún después de la muerte) y ha sido al leer un libro de un psiquiatra, Brian Weiss, que afirma en su investigación, con pacientes bajo hipnosis, que los sujetos hablaban de «otras vidas» y, que el propio Psiquiatra, pensó que era una metafora de su vida actual o una forma de evadirse ante sus problemas. Lo que le hizo duda fue en que los pacientes afirmaban haber vividos otras vidas y describir con detalle tecnicismos propios del trabajo que desempeñaba en esa vida. ¿Por qué le hizo duda a Brian Weiss la posible verdad de otras vidas? Por los tecnicismos y el conocimiento que manifestaban, el cual solo podía ser conocido por aprendizaje, y si en la «vida actual» la paciente no tenía relación con esos tecnicismos o no había estudiado esa materia, ¿cómo era posible expresar algo que no había sido aprendido en «ésta vida»?
Corrígeme si me equivoco, pero de ser cierto, debió ser el alma quién vivió esas vidad y ha ido arrastrando todo ese conomiento que en cierto modo lo tiene toda persona que ha vivido «muchas vidas».
No quiero hacer propaganda, pero el Libro se titula «Muchas vidas, muchos maestros».
Creo que el ser humano debe, es obligación, de buscar la verdad pero seguir creciendo en todos los aspectos, y si me puedes dar tu oponión sobre ésto último que he reseñado te lo agradecería.
Un saludo Adrián, y reitero enhorabuena por la presente blog.
adrian dice
Hola Fran, gracias por tu comentario, me alegro de que te haya interesado el blog y este artículo en concreto.
En cuanto a tu duda sobre si la reencarnación (para la cual necesitas un alma) es posible, tengo varios apuntes.
Por un lado la hipnosis. Es muy complicado aceptar la hipnosis en cualquier tipo de investigación y te explicaré porqué:
1. Las personas somos altamente sugestionables, por ejemplo, cuando alguien nos pregunta algo, estamos atentos (inconscientemente) a cualquier indicio de la que podría ser la respuesta que esperan de nosotros. El tono de voz, la expresión corporal, las palabras elegidas, lo que sabemos de la persona con la que hablamos…
2. Si todo esto lo unimos a que la hipnosis consiste en un estado de alta sugestión, tenemos un problema con cualquier cosa que salga de la boca de una persona en estado de hipnosis.
Aquí dejo un artículo en inglés sobre los problemas en la aceptación en juicios de testimonios bajo hipnosis.
http://scholarship.law.berkeley.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=2292&context=californialawreview
Es muy largo, pero al final del todo en el apartado «Conclusion» dice:
«Even if the hypnotist takes consummate care, the subject may still incorporate into his recollections some fantasies or cues from the hypnotist’s manner, or he may be rendered more susceptible to suggestions made before or after the hypnosis. »
«A witness cannot identify his true memories after hypnosis. Nor can any expert separate them out.»
Que yo sepa, el estudio más conocido sobre la reencarnación, fue conducido por Ian Stevenson. Te dejo enlace a un artículo en wikipedia y otro más (en inglés) que explica también algunos de los problemas con el estudio de Ian Stevenson.
https://es.wikipedia.org/wiki/Reencarnaci%C3%B3n#Investigaci.C3.B3n_sobre_la_reencarnaci.C3.B3n
http://skeptico.blogs.com/skeptico/2005/10/reasons_to_doub.html
El problema principal radica en que la cultura y religión de las personas que eran objeto de estudio influía sobre las características de las vidas anteriores. Así, si en su cultura del sujeto el cambio de sexo tras la reencarnación no era posible, no relataban cambios de sexo en sus sesiones.
En cuanto al ejemplo concreto del que hablas, no conozco los estudios de Brian Weiss y no tengo ni idea de cómo se han conducido, pero estoy convencido de que ahí está la clave, en la forma en que se han conducido.
Existen montones de explicaciones para que alguien pueda usar una palabra o conocimiento que no debería conocer, por un lado está el que la oye, que interpreta el mensaje y por otro lado está el que la emite, que puede haberlo leído u oído en algún momento y recordarlo en ese instante (desde aquí te remito a los problemas relatados más arriba con testimonios de personas bajo hipnosis).
Haciendo una búsqueda en google he encontrado una crítica a los estudios de Brian Weiss (en inglés), no sé si estará bien o mal (solo le he echado un vistazo por encima), pero ahí la dejo por si interesa.
https://weshagen.wordpress.com/2010/05/25/a-skepticatheist-critic-of-the-bestseller-many-lives-many-masters-by-brian-weiss/
A parte de los problemas que apunto en este comentario, si quisiera creer en la reencarnación, sigue estando el problema del que se habla en este artículo, ¿dónde llevamos el alma? ¿Es o no es algo físico?, si es físico, ¿dónde la llevamos y por qué nadie la ha visto? Si no es físico, ¿qué es lo que hace que nos acompañe y qué relación tiene con nuestro cuerpo (que sí es físico)…
Un saludo,
Adrián
Fran dice
Es la tercera vez que intento responder y desconozco el motivo, espero que llegue el mensaje. Respondí que es cierto, me desvié del concepto alma, pero la reencarnación la quería usar como medio de posible existencia del alma. Comenté que es curioso, que todos en cierto modo buscamos «nuestra verdad», es decir, seguro que has buscado información que ratifica tu opinión que el alma no existe. Es casi imposible mantener una imparcialidad en un tema, dado que hay científicos-investigadores, que afirman ambas creencias. Me explico, hay investigadores que hay «indicios» de que existe el alma (según sus investigaciones), luego hay otros investigadores que afirman la no existencia. Parece ser que la búsqueda se inicia con una predisposición sobre lo que nos gustaría que fuese el resultado.
Paso un link Adrián a ver qué opinas
http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2014-10-09/descubren-que-hay-vida-despues-de-la-muerte-al-menos-en-los-primeros-minutos_230004/
Lo curioso de toda investigación sobre posible indicios de la sí existencia se descarta como de charlatán, en el caso de Brian Weiss, o como investigaciones falsas. Opino que mi mente lógica le cuesta creer la existencia del alma y «otras vidas», pero hay que ser humilde en que puede ser que no tenemos la capacidad para poder entender ese «algo» ya que todo lo queremos comprobar con una lógica dentro de nuestras capacidad (vaya lío jejeje). Un ejemplo sería las teorías cuánticas… (y corto aquí por no ser el fin del presente blog, pero es como muestra de la complejidad de las cosas, afirmándose posibles «dimensiones» y nuestra mente no es capaz de entenderlo, como el concepto del alma).
En definitiva, has realizado un gran blog, y espero que se siga aportando datos objetivos (o eso pensamos) que encontremos en las redes, prensa, libros, etc.
Un saludo Adrián.
Adrian dice
Hola Fran:
Gracias por tu comentario. No sé cuál habrá sido el problema con la publicación, igual por el enlace…
En cuanto a lo que dices: es cierto que cada uno busca datos para apoyar su propia verdad, pero puedo asegurarte que en mi caso no tendría ningún problema con que hubiera vida después de la muerte, simplemente me parece bastante improbable.
Si viniera alguien y probase que es así, sería el primero en alegrarme (siempre que el tipo de vida que hubiera estuviese «bien», claro).
Cuando leo algo en un periódico como «Descubren que hay vida después de la muerte», lo único que se me ocurre es que me están tomando el pelo. ¡¿Cómo es posible que alguien haga un descubrimiento tal y no esté hablando tooodo el mundo sobre ello??!!
A partir de ahí, si leo el artículo, empiezo a buscar razones para que no esté todo el mundo hablando de ello.
Lo primero que veo es que se dice que el estudio se ha publicado en la revista «Resuscitation» (¡pero no se incluye enlace!!). Si lo que se ha demostrado es que existe vida después de la muerte, ¿por qué no se ha publicado en una revista de prestigio, por qué los medios más serios y con mayor difusión (o al menos los más favorables a la religión, como el ABC o la Razón) no se han hecho eco de ello?
Te digo la razón, porque el estudio no dice eso, aquí tienes el enlace al estudio y sus conclusiones (en inglés): http://www.resuscitationjournal.com/article/S0300-9572%2814%2900739-4/abstract
Luego, leyendo el artículo, llego a la conclusión de que en realidad, lo que ahí aparece, no demuestra que haya vida después de la muerte. Simplemente habla de algo que ya estaba explicado: que cuando desconectamos el cerebro y volvemos a conectarlo (es decir, cuando «volvemos de los muertos»), el cerebro no funciona inmediatamente como debería y ahí es donde se dan estas experiencias y memorias.
Es decir, el que ha escrito el artículo que indicabas, ha elegido un título muy sensacionalista, pero luego no da nada de lo que promete.
Aquí tienes algunos enlaces dando posibles explicaciones para el fenómeno de la visión de túnel y todo eso:
https://es.wikipedia.org/wiki/Experiencia_cercana_a_la_muerte#Fisiol.C3.B3gica
http://www.rtve.es/noticias/20110926/ciencia-explica-luz-final-del-tunel-experiencias-cercanas-muerte/464279.shtml
Los experimentos se pueden hacer de muchas formas, según cómo los hagas, estos aportarán información más o menos fiable (algún día de estos publicaré algo sobre este tema).
Al contrario de lo que muchos creen, la fiabilidad de un experimento no es algo arbitrario, sino que sigue unas reglas muy claras, la más importante: que el experimento pueda ser repetido por otros con el mismo resultado que tú has obtenido y que lo plantees de un modo que el resultado pueda demostrar la verdad o falsedad de tu hipótesis (en este caso, que existe la vida después de la muerte).
Hay mucha gente que plantea sus hipótesis de manera infalseable. Por ejemplo: Dios existe, y si nadie lo ha podido probar hasta ahora, es porque no ha buscado bien o porque no estamos capacitados para verlo.
Los extratarrestres existen y si no los hemos visto hasta ahora, es porque el gobierno los esconde. Si miramos en todos los sitios posibles y seguimos sin encontrarlos, es porque no hemos buscado lo suficiente o porque el gobierno los esconde muy bien.
Por supuesto, yo estoy enfocando todo esto desde el campo de la ciencia y la lógica, que es el único que realmente permite una reflexión y discusión (en cuanto a si es la mejor forma de conocimiento, no voy a discutirlo aquí, pero para mí, tiene claras ventajas; creo que ninguno de nosotros querría vivir en un país en el que se juzga a la gente según las sensaciones o según la fe, en lugar de según unas leyes y reglas físicas impuestas por ciencia y razón).
Si introducimos aquí la idea de que quizás nuestra lógica o nuestra capacidad intelectual no es suficiente para llegar a entender ciertas cosas, entonces nos metemos en un terreno en el que todo vale y solo es cuestión de fe y preferencias personales. Ahí ya estábamos al principio, antes de pararnos a reflexionar, es, en mi opinión, un camino que no lleva a ninguna parte.
Un saludo,
Adrián
Fran dice
Cierto, desde el punto de vista lógico y en base a los estudios (no se ha comprobado la existencia el alma de forma física en toda la hsitoria de la humanidad) es absurdo afirmar que el alma existe. Pero el hecho de que se acepte como posible la poca capacidad humana para entender ciertas cosas, no significa que «todo vale», puesto que se trata de teorías, demostradas, pero no en su prácticas, por carecer de medios o «capacidad para entenderlo». Me explico, la última reseña, donde destacas que la lógica es la herramienta para explicar estos fenomenos y conceptos de alma, es evidente que la conclusión te va a llevar a un NO rotundo. Pienso que todo es «absurdo» hasta que no se demuestre la teoría con la ley «universal» que lo explique. Si tomamos la idea de siglos atrás que la Tierra era un plante que giraba entorno al Sol, y no que era el centro del mundo, se tacharía de «loco», como así ocurrió, ya sabemos su pobre destino. Lo que le impulsó a afirmar no fue fe, sino investigar de forma objetiva y aplicando leyes. Lo mismo ocurre estudios sobre el alma, se debe partir de un punto de vista imparcial y, si hay estudios que ratifican la no existencia del alma, por qué se sigue investigando¿? Por negocio?¿ Por fe?¿ Porque cuesta aceptar que no hay alma y eso puede crear vacío a muchas personas?¿ Por desgracia mi mente lógica me dice que sí, pero también me dice que es un terreno donde ahora se puede investigar con más detalles gracias a los medios que se dispone, y las posibles respuesta de efecto túnel, que sigue actividad cerebral aunque el encefalograma no resgistre actividad ect, son hipotesis de expertos, para dar una respuesta lógica a lo que está pasando, pero tampoco está demostrado. Con ello no afirmo que sí exista, pero tampoco se ha llegado a un no rotundo.
Y ahora hago una pregunta, si el cerebro (¨que se entiende la masa tangible) y la mente, resultado de la actividad del cerebro… ¿qué hace que uno pueda discernir? La mente es capaz de cuestionarse a sí misma?¿ Mejor pongo un ejemplo… Una persona la cual fallece de forma fortuita, qué le falta a ese cuerpo que ya no tiene vida? Actividad cerebral!! Pero qué hace que un cerebro esté en actividad? Ese patrón de información o impulso eléctrico que hace que el cuerpo esté vivo por qué desaparece?¿ Eso que hace que todas las células realice su función, el corazón bombee, el cerebro se manifiesta en la mente, etc. A dónde va?¿ Por qué sería «eso» lo que haría la función de «alma».
Y ahora matizo que sí me gustaría que hubiese otra vida, que el concepto de alma exista «bla bla bla bla» Pero ante todo hay que ser realista, la verdad es el único camino. Ojalá nos den respuesta a todos estos temas de forma clara como las leyes de I.Newton tanto para un sí como para una no existencia.
Venga Adrián, Saludos!!!
Lucas dice
Buenas tardes adrian,
Lo que me cuesta entenser es ¿porque tantos cientificos de renombre creen en la vida post muerte? Quiero decir no creo que pongan en juego au carrera diciendo algo sin bases cientificas o creibles. Estoy de acuerdo que para muchos (4 de copas como se dice en mi pais) puede ser un negocio, pero por ejemplo para la doctora klubber ross quien consiguio 23 doctodaros? . Creo que es facil pegarlea o tildar de locos por salir del molde, el doctor eben alexander (cardiologo y profesor de harvard) fue muy criticados por paginas escepticas, pero ahora que tantp de diferencia tiene una pagina que sea «esceptisismo puro’ a una de «dios todo creador» ambas suben contenidos con ningun credito cientifico(en excepto aquellos que sean tales los que lo suben). Recomendarias que leas «al otro lado del tunel» un libro del doctor jose gaona un libro muy recomendable el cual es totalmente parcial en las posturas. Es de lo mejor que lei y tiene decenas de investigaciones con autor del post morten. Saludos
adrian dice
Hola Lucas.
Yo creo que el que creas en la vida después de la muerte o en cualquier religion no tiene nada que ver con que seas científico. Las cuestiones de fe, son cuestiones de fe.
El problema llega siempre cuando intentas saltar de la fe a la ciencia. La ciencia tiene ciertas reglas y nadie se las puede saltar. Una de las reglas consiste en que si obtienes un resultado, pero otros no son capaces de repetirlo, no es ciencia.
carlos guerrero dice
Por que no es ciencia. significa que la ciencia debe ser exacta y si no sale el mismo resultado no es ciencia? osea no esta en lo correcto???
Antonio dice
Me llama la atención lo férreamente que se aplican estos principios al hablar del alma:
«Si el alma llegara desde más allá del reino físico para hacer que ocurrieran cosas en el cuerpo y el cerebro, se incumplirían esos tres principios. Se estaría añadiendo energía desde la nada al sistema del cuerpo (o cerebro) y finalmente al universo. La cantidad de movimiento del sistema en el cuerpo físico (o en el cerebro, concretamente) no estaría siendo constante, y, además, se trataría de una causa no física de un evento físico.»
Y lo alegremente que se saltan al aceptar la teoría del Big Bang.
RCC dice
La Teoría del Big Bang se acepta porque hasta ahora es la mas cercana a explicar el origen del Universo de acuerdo a las pruebas científicas, pero igual existen otras teorías que algún día podrían sustituirla. A diferencia de la religión y conceptos sacados de la manga como el alma, las teorías científicas deben probarse y cuando no es posible probarla o aparece otra mejor se desecha.
Su comparación del alma con el Big Bang no tiene ni pies ni cabeza, e igual esta teoría como le dirá cualquier científico mañana podría ser desechada si aparecen pruebas de que no se adapta a las observaciones cosmológicas.
Raul Pozas dice
Hoy en día la neurociencia ha podido EXPLICAR NEUROLOGICAMENTE y REPRODUCIR EN LABORATORIO las experiencias como sentirse fuera del cuerpo, ver una luz al final de un túnel, sentir una sensación de bienestar y todas las experiencias en que antaño se basaron para defender la existencia de almas y una vida tras la muerte. https://www.youtube.com/watch?v=LGSTm4oMT5g
camila dice
El alma es lo que impulsa el cuerpo, cabe destacar que esa idea fue influenciada por Aristóteles y que se sigue tomando en cuenta. Por lo que el alma es el motor de las conductas, lo que impulsa a las personas a ser y a hacer. Es por eso que no se da sin un cuerpo ni es en sí misma un cuerpo, como también lo propuso Aristóteles, para que esta exista debe haber un cuerpo que desencadene su ser y esta a su vez le brinda al cuerpo su esencia. Aunque en la ciencia en algunos casos nieguen su existencia, no explican mediante que el hombre se impulsa o tiende a una conducta, hablan de las sustancias en el cerebro, de los rasgos, de la personalidad, pero no de una cosa en específico que impulse a las personas, así como el alma. Que además en el libro de Aristóteles sobre el alma incluye a los animales como poseedores de esta, propone una inclusión de la biología en la existencia del alma. Así como unas subdivisiones de las conductas donde pone una pirámide, en la parte inferior esta la nutrición y ahí están las plantas, los animales y el hombre; seguido de otras en donde solo están los animales y el hombre que son la discriminación sensorial, los apetitos y la locomoción; por último pone solo al hombre en un nivel superior y es en las acciones de razonamiento.
Leo dice
Hola amigos
Me encanta el tema del Alma. A mi me gusó mucho la descripción del mundo de las almas realizada por el hipnoterapeuta norteamericano Michael Newton (fallecido el año pasado con 85 años) . Dice haber hipnotizado a miles de pacientes durante 30 años. Escribió solamente dos libros para contar lo que los pacientes contaron sobre el mundo espiritual. También escribió un 3er libro dirigido a hipnoterapeutas donde narra su técnica . Me resultó muy interesante que se dedicara a estudiar la vida entre vidas. Las transcripciones de los diferentes clientes con diferentes lenguajes para describir una experiencia semejante en el mundo espiritual. Me sorprendió muchísimo su «descubrimiento» de que el alma nunca deja el mundo espiritual y que encarna un porcentaje de ella. Que las almas viven en el mundo espiritual sintiéndose como en su verdadero hogar. Que habitan ese espacio con otros grupos de almas, compañeras de aprendizaje, maestros, guías y un sin fin de conciencias. En fin todos eso… Entiendo que no tiene nada de científico pero son testimonios! Abundan los testimonios. Yo no sé cual es el fenómeno. No lo puedo explicar científicamente pero algo pasa. Sugestión ? tal vez. Testimonio de otra realidad ? Tal vez porque no ? Creo que la investigación es pertinente ante una situación así. Ahora con que vamos a investigar ? Unos con la razón. Otros con los instrumentos. Otros con la conciencia, con la experiencia en el propio pellejo. También hay muchas personas que afirman haber podido realizar la bilocación. Salir de su cuerpo. Pareciera que las respuestas a estas preguntas estuvieran al alcance, que «nuevo mundo» no está tan lejos. Que la respuesta sea personal al menos durante un tiempo más hasta que llegue un avance…
RCC dice
Lo de Aristóteles no son hechos científicos comprobados, son ideas que no prueban la existencia del alma. Son ideas escritas por una persona, genial como era Aristóteles, sobre el alma y temas relacionados, mucho antes del desarrollo de la neurología y los aparatos científicos que miden la actividad cerebral. Por ejemplo, Aristóteles pensaba que la Tierra es el centro del Universo y como cualquier niño que haya asistido a la escuela sabe, esto no es verdad.
Por lo tanto, solo porque Aristóteles creyera en la existencia del alma no significa que sea verdad, solo tuvo ideas expuestas de forma muy interesante, pero nada más.
Claudio dice
Buenas es la segunda ocasion que entro esta website y me he decido a comentar.
encanta este blog. Que ¿temausa? me gustaria poder utlizarlo para mi sitio
pero no lo encuentros. ¿Es algún CMS como Joomla
?
Si no molesta, no veo ningún marcador social como twitter creo que deberiais tener alguno.
Yo tengo Digg dado que es facilisimo de usar
Cesar Leyva dice
Se concluye y estoy muy de acuerdo en que el alma no existe, pues al igual que la creencia de un dios, esto es irracional, baste pensar, de que está compuesto ese dios, es una energía que tiene libertad propia y puede influir en la materia, la energía por sí sola, no puede moverse a su libre albedrío, carece de algo que la dirija. No se puede sustentar por ejemplo, donde vive, de que se alimenta, etc, etc, ese supuesto dios. Y la llamada “FE” es solo el último recurso para no ejercer el análisis por parte de los adoctrinados, los cuales son utilizados por los religiosos de todo el mundo en su provecho.
Carlos F. Ortiz dice
¿Se puede incorporar en el debate el descubrimiento de Roger Penrose y su hipótesis sobre la conciencia cuántica?
Octavio Leopoldo Cabrera Pimentel dice
La definición o descripción del alma, que tú presentas como propia de la tradición clásica («el alma es una entidad no física que puede separarse del cuerpo») es sumamente pobre. No le haces justicia a dicha tradición clásica, la cual posee una riquísima y muy completa reflexión filosófica en torno al alma.
Además: ¿no te parece inadecuado que, al describir las funciones del alma, hables de ella como si fuera algo que se puede ubicar en el espacio? Porque al decir «el alma es donde se realizan las actividades mentales, es donde se sienten las emociones, es donde se toman las decisiones,…todo esto tiene lugar en el alma», impides que destaque una característica primordial del alma: no es una entidad física.
Octavio Leopoldo Cabrera Pimentel dice
Cuando hablas de que existen argumentos filosóficos a favor de la hipótesis de la existencia del alma, haces la siguiente afirmación: «Los más importantes son los de Platón y Descartes. Sin embargo, por desgracia para los creyentes en la existencia del alma, sus argumentos tienen muchos defectos».
Definitivamente, los argumentos de Platón y Descartes no son, ni de lejos, los más importantes. Si consideras que por haber rebatido tales argumentos has demostrado que el alma humana no existe, estás muy equivocado.
Podríamos decir, usando una metáfora, que venciste a un equipo de la liga infantil. Pero al equipo de las ligas mayores, a los argumentos filosóficos de mayor peso ni siquiera los mencionaste. ¿Será que no los conoces?
Los argumentos filosóficos de Platón y Descartes en favor de la existencia del alma adolecen, en efecto, de muchas limitaciones y ya habían sido refutados desde hacía mucho tiempo por diferentes corrientes filosóficas. Así es que… ¡Descubriste el hilo negro, ni más ni menos!
Pero el que los argumentos platónicos o cartesianos no prueben la existencia del alma humana, eso no significa que no haya otros argumentos más sólidos que sí puedan hacerlo.
Eduardo Rivas dice
Estimados Sr. Octavio Leopoldo Cabrera Pimentel,
Con toda humildad, si no es molestia, por favor ilústranos con aquellos pensadores y argumentos filosóficos, racionales, fehacientes y poderosos acerca de la existencia del alma.
Gracias de antemano.
StanLi Power dice
Qué es el cerebro? en el proximo capitulo…
pedro dice
hola
Julián Roman dice
Técnicamente la realidad no existe en forma física ya que si nos vamos hasta el nivel más bajo de un átomo llegamos aún punto en el que se dice que no hay materia sino energía creada por la vibración de ‘cuerdas’ según la teoría de cuerdas, que también plantea la existencia de otras dimensiones para que pueda vibrar; se dice que estas vibraciones son originadas por efectos de estas dimensiones no físicas y por ende no observables ni medibles.
Las cuerdas al transformar energía de otras dimensiones hace que este mundo físico exista como tal por lo que esta energía podría suponer la existencia del alma en otra dimensión como esa fuerza que hace que las cuerdas vibren, como seres físicos tenemos esa vibración dentro de nosotros, cuando morimos los átomos dejan de recibir esas vibraciones y ya no estamos conectados con la dimensión del alma, morimos físicamente; pero en esa otra dimensión están las demás almas que conectan con otros cuerpos que a su vez confirman un alma más grande (Dios) a la que le llega nuestra experiencia vivida en ese cuerpo. Abre la puerta para explicar la reencarnación.
Explica también lo que dices que los sentimientos y cosas asignadas al alma puedan seguir perteneciendo al cerebro y que el alma es la ‘energía vital’ para que existan las cosas
Nicolás Contreras dice
El problema de ésta reflexión está en el inicio, pues, la concepción de alma que críticas ésta erronea. Usas a Platón y Descartes, cuyas ideas de persona era dualista. Si usaras a Aristoteles o Santo Tomás de Aquino, quienes postulan un ser unitario que posee materia(cuerpo) y forma (alma) los argumentos que presentas quedarían fuera de lugar.
¡Saludos!
Maximiliano dice
Saludos.
He escuchado a un investigador que diseñó y llevó a cabo un experimento para probar la existencia del alma.
Consiste en lo siguiente, a grandes rasgos:
-Se toman 2 sujetos cualquiera, sin ninguna conexión familiar, de amistad, en fin, que no se conozcan. Se llamarán A y B.
-Se entrevista a ambos sujetos sobre cuestiones personales, de preferencia que sólo ellos conozcan (por ejemplo, el nombre de alguna novia, el día que adoptó a su perro).
-Se somete a ambos sujetos a un trance hipnótico, de modo que sus funciones cerebrales quedan sometidas al hipnotista, o pasan a un segundo plano.
-Una vez sometidos se procede a lo siguiente: al sujeto A se le pregunta sobre el sujeto B, y las cuestiones discutidas en el segundo paso. Se realiza el proceso también con el sujeto B.
-Entonces, el sujeto A contesta correctamente, al igual que el sujeto B, lo cual carece de explicación aparente.
-Al no haber explicación, se postula que el fenómeno fue causado por la comunicación entre ambas almas en un plano alternativo, que escapa a nuestra realidad visible.
-El experimento se repite, con los mismos resultados.
Aparentemente, este experimento es prueba suficiente de la existencia del alma. De modo que, de modo que se prueba el alma, se prueba la existencia de Dios.
Así pues, la pregunta es: Al ser este investigador posiblemente predispuesto por su religión (ya que es creyente desde su infancia), ¿se puede considerar este experimento lógica y científicamente válido? De no ser así, ¿qué hace falta para que lo sea? Dicho de otro modo, ¿qué experimentos se podrían realizar para confirmar o negar definitivamente la existencia del alma?
Gracias.
Richard Figueroa dice
Cuando nacemos somos seres vivientes de cero sin memoria sin recuerdos ni razón pasamos años en un estado de aprendizaje hasta que tenemos uso de razón a pasar los años vamos acumulando emociones sentimientos estímulos memoria eventos y todo eso es lo que determina nuestro ser los años que vivimos y acumulamos experiencias se almacenan en nuestro cerebro la mente va procesando toda esas vivencias creando un personaje como es el Yo todos esos momentos de vida van creando pensamientos y analisis de la vida a medida que va entrando informacion vamos siendo personas consciente,,, todo esta en nuestras mente para mi el alma no existe todo esta en nuestra mente nuestras vivencias acumuladas en células cerebrales que dan la existencia del individuo una persona que sufra un accidente cerebral y pierde la memoria y sus recuerdos quedaría en estado esquizofrenia no podemos vivir sin memoria sin pensamientos sin experiencias tendríamos que empezar de cero como un niño aprender a leeer otra vez ,,,,con lo que respecta la muerte una vez muertos todo se borra se pierde esa memoria e existencia de nuestro ser la única manera de salvar nuestra existencia recuerdos y memoria seria una copia de toda nuestra información a un cuerpo nuevo sin memoria para despertar siendo nosotros otra vez eso que dicen que mueres y despiertas en otro sitio siendo tu otra vez eso es imposible la memoria no se guarda en el cielo la memoria es energía impregnada copiada en las células del cerebro como la copia de información en un disco DVD o un pendrive se rompe o se daña se pierde todo ,, la única teoría de salvar nuestra ser y memoria es llevar esa información al estilo conexión inlambrica a la nube una base de datos que exista en la fuente pero para eso debemos trascender al mas allá esa podría ser una teoría pero en tantos años porque nadie ha regresado de la muerte y contar sus experiencia …. para mi el que se murió se murió no hay mas nada se borro toda tu vida ,,,y la personalizad de cada quien se determina por tus vivencias y tus tiempo de vida almacenando recuerdos y la crianza de tus padres copiadas de tu entorno familia eso eres tu Tu ser y eso esta en tu Cerebro y tu mente …. Naces vives te reproduces y mueres ,,, que reencarnas segun jesus ,, no todos tendrán la vida eterna ancha el camino a la perdición y angosta a la vida eterna eso expresa que no todos podemos evolucionar a la reencarnación ni la vida eterna ,,,
Maximiliano dice
Esto resume la información, pero no contesta las preguntas finales, que creo yo, son las más importantes. Además, esta persona no habla de reencarnación, sino de que las «almas» se comunican entre sí, en algo similar, mas no igual, al «reino de las formas», que el llama el «plano alternativo», donde está todo aquello que no vemos ni entendemos plenamente (Dios, espíritus, ángeles, demonios, etc.).
De modo que la respuesta está mal dirigida.
Gracias.
Karen dice
Hola a todos. Si bien el artículo es muy interesante me causa tristeza (a falta de un mejor término) pensar que no hay nada más allá que este cuerpo físico. Quizá no sea este el espacio apropiado pero me gustaría conocer de qué forma han aceptado su mortalidad. Tengo 24 años y todos los días, varias veces al día, pienso en la muerte y me causa pánico y desesperación a tal punto de sentir que los días duran una hora. Y pareciese que los demás no sienten miedo y quizá existe algún problema conmigo. Desde ya muchas gracias el que se tome el tiempo de brindarme una respuesta.
César Leyva Paredes dice
Todo estaba para mi entender bién pero esta parte:
«Pero la resurrección del cuerpo tras la muerte, tal y como la concebían los primeros cristianos todavía es posible. Además, Dios podría facilitar nuestra supervivencia tras la muerte “copiando” nuestra configuración neuronal, creando un nuevo cuerpo y “pegando” esta configuración neuronal en el cerebro de nuestro cuerpo. 17 La persona resultante tendría todos nuestros atributos mentales y, por tanto, muchos filósofos argumentarían que seríamos nosotros. De ser así, uno podría continuar existiendo incluso después de la muerte, a pesar de que no existan las almas.»
Eso de que «Dios podría», es decir le estas dando consejos a un ser que si existiera tendría que hacerte caso ? o pensaría: «haber voy a devolverle la vida a trillones de trillones de seres humanos por medio de mi sabiduría y poder absoluto»
Si el alma no existe, por que si así fuese, sería una energía estamos claros en eso.
Pero «dios» que es ? una energía ? una materia orgánica ? donde vive, se alimenta ? tiene pareja ? está solo ? etc, etc, etc.
No hay vida después de la muerte, eso es lo que se debe decir, para que los religiosos dejen de aprovecharse de la gente mediante el miedo y la mentira de vida eterna.
Eterna ? donde ?, sí se sabe muy bién que el planeta tiene muchas fallas geológicas, está en continuo cambio, las placas se mueven, si «dios» creó este planeta, hizo un pésimo trabajo, nuestro astro el sol consumirá su energía de todas formas y nos atraerá pues crecerá de tamaño. De eso hay miles de ejemplos en el universo.
Que el tiene un lugar en una parte del universo para cuando nos «reviva» ?, si como no, que fácil es imaginar cosas.
En conclusión desde las cavernas, siempre el que sabe más se aprovecha de los demás, por eso vemos miles de religiones, millones de templos, viviendo de las personas que enredan con sus falsos argumentos, es un buen negocio qué duda cabe.
Arturo dice
Que opinas de la irrepetibilidad de la persona?
Las otras definiciones culturales del alma son mas acertivas que la occidental?
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Ralphisok dice
Muchas gracias al autor de este blog. Los creyentes se sienten atacados por cuestionarle la existencia de Dios. A esos mismos hay que pedirles pruebas de la existencia de Satanás y el infierno para que no se ofendan. 🙂