Esto es el resumen de un vídeo animado adaptado de una charla de Steven Johnson llamada «¿De dónde proceden las buenas ideas?»
Os animamos a leer el resumen o ver el vídeo en http://www.youtube.com/watch?v=NugRZGDbPFU y a publicar vuestros comentarlo tras el artículo.
Todo el mundo está interesado en esta pregunta, puesto que todos queremos ser más creativos e inovadores tanto individualmente como con nuestras organizaciones, etc.
El ponente contempla este problema desde una perspectiva medioambiental: ¿qué es lo que nos llevado, históricamente, a las grandes ideas? Ha descubiero que existen algunos patrones recurrentes que son cruciales a la hora de desarrollar buenas ideas.
Las grandes ideas casi nunca llegan en un momento de inspiración; la mayoría necesitan mucho tiempo para desarrollarse. A veces, las ideas maduran durante años antes de ser accesibles o útiles para uno mismo. Esto sucede es así porque, normalmente, las buenas ideas se producen por una colisión entre pequeñas corazonadas. Ha habido varios casos en la historia en los que alguien tuvo una idea a medias como, por ejemplo, con la invención de Internet. Tim Berners Lee trabajó durante 10 años en ello y, cuando empezó, no tenía una versión definitiva de lo que iba a inventar. Empezó a trabajar en un proyecto que consistia en crear una herramienta que le ayudara a organizar sus datos, pero lo abandonó tras un par de años. Posteriormente, hizo varios intentos pero volvió a abandonar el proyecto. Las ideas necesitan su tiempo para madurar.
Las ideas necesitan unirse a otras corazonadas, ya que en algunas ocasiones lo que convierte a una corazonada en un gran avance es otra corazonada en la mente de otra persona. Por lo tanto, tenemos que trabajar en cómo crear sistemas que nos permitan unir esas corazonadas y crear algo más grande.
Por este motivo, las cafeterías y los bares siempre han sido una buena fuente de grandes ideas, ya que son espacios en los que las ideas se pueden mezclar, intercambiar y crear nuevas formas. Si enfocamos las cosas desde esta perspectiva, esto arroja luz sobre el reciente debate sobre lo que Internet provoca a nuestro cerebro. ¿Nos va a llevar a pensamientos menos sofisticados a medida que nos alejamos del más lento estado contemplativo de la lectura?
Deberiamos recordar que el gran conductor de la inovación científica has sido el aumento histórico en la conectividad, la capacidad de intercambiar ideas con otros, tomar prestadas las de otros y combinarlas con las nuestras y convertirlas en algo nuevo. Es verdad que ahora hay más distracciones, pero lo que ha ocurrido realmente es que ahora tenemos muchas formas de conectarnos con esa persona que tiene la pieza que falta para completar nuestra idea o de dar casualmente con una nueva información que podemos utilizar para mejorar nuestras propias ideas. Esa es la verdadera lección sobre la procedencia de las ideas. El azar favorece a la mente conectada.
————–
Traducido al español por Adrián Romero.
[…] a un vídeojuego te lleve a una idea revolucionaria que convierta el mundo en un lugar mejor, las buenas ideas no suelen salir de momentos de sobrecarga de […]